Se acerca la temporada de una de las frutas –considerada más bien hortaliza- más consumidas en España, especialmente en época estival, protagonista de algunas de nuestras recetas más tradicionales como el gazpacho o la ensalada murciana.
Para conocer el origen de los primeros cultivos de tomate, nos tenemos que remontar al siglo VI aC, aunque fechas y localización no quedan del todo claras. Lo que sí se sabe es que comenzó en el Sur del continente americano, antes de la llegada de los conquistadores, y se cultivó en manos de la civilización Azteca.
En el siglo XVI llegó a Europa, comenzando por Sevilla y algunos puntos de Italia. En este momento, el tomate no era rojo como lo conocemos hoy en día sino que tenía un color amarillo intenso -esta variedad todavía existe y se utiliza en Italia- de ahí el nombre que se le dio en esta región ‘Pomodoro’, que proviene de ‘pomo d’oro’, es decir ‘manzana dorada’.
En un principio se utilizó como planta ornamental, para decorar patios y jardines, y años más tarde (unos 200) se introdujo en la gastronomía, siendo hoy día la base de muchos de los platos tradicionales de las regiones mediterráneas, pues se utiliza en la mayoría de sofritos, además de en platos como el pisto, gazpacho, salmorejo, ensalad
Nutricionalmente es muy rico en minerales como el potasio, imprescindible para un correcto ritmo cardíaco y regulación de líquidos en el cuerpo.
Nutricionalmente es muy rico en minerales como el potasio, imprescindible para un correcto ritmo cardíaco y regulación de líquidos en el cuerpo; también es rico en antioxidantes como la vitamina C y el licopeno (un caroteno), que además ha demostrado tener efecto protector frente al riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer, enfermedadescardiovasculares y de la piel, y contiene vitamina A, esencial para un buen funcionamiento de nuestra vista, y vitaminaK, imprescindible para la formación de tejidos y la coagulaciónde la sangre.
Como siempre recordamos, estos efectos no se dan de manera aislada, sino que surgen dentro de la base de una alimentación y estilo de vida saludablesper se.
Para aprovechar bien todos sus nutrientes, es buena idea cocinarlo y consumirlo de diferentes maneras.
La vitamina C es sensible al oxígeno, la luz, y el calor, por lo que una ensalada de tomate –recién cortado- nos ayudará a absorber esta vitamina de manera óptima.
Por otra parte, el licopeno (un tipo de caroteno) se asimila mejor junto con una fuente de grasa, como puede ser el aceite de oliva virgen, y cuando se tritura y calienta menos de 10 minutos a unos 70ºC como máximo, por lo que preparar salsas de tomate caseras –controlando bien el tiempo y temperatura- pueden ayudarnos a obtener una cantidad buena de este antioxidante.
Aunque sin duda lo mejor de este vegetal es su frescura y delicioso sabor, siendo más rico aún madurado en la propia mata de manera lenta, por lo que si tenéis la suerte de disponer de un espacio para cultivarlos (hay variedades que se pueden tener en macetas en espacios más reducidos), os recomendamos mucho que lo probéis y disfrutéis de uno de los sabores del verano.
Bibliografía
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212- 16112013000100002#:~:text=Biodisponibilidad%20del%20licopeno&text= Se%20ha%20comprobado%20que%20se,que %20confirma%20su%20estabilidad13