Si la técnica de cepillado es buena, es igual usar uno que otro. Es cierto que los movimientos oscilantes y vibratorios de los cabezales eléctricos pueden ayudar a extraer más restos de comida, pero también pueden resultar más agresivos con las encías si no se modula la presión.
Tanto el cepillo de dientes manual como el cepillo eléctrico pueden ser igual de eficaces en la limpieza dental siempre y cuando se utilicen correctamente, es decir, con la técnica adecuada y durante el tiempo necesario. Sin embargo, esto es algo que no ocurre siempre, en cuyo caso el cepillo eléctrico ofrece algunas ventajas sobre el manual:
- La velocidad de giro del cabezal hace que la limpieza dental se complete en menos tiempo que con el manual.
- No se necesita apretar tanto para eliminar la placa bacteriana.
- El cepillado se realiza con mayor comodidad.
- Facilita que los niños cumplan con la obligación de lavarse los dientes, ya que lo consideran divertido y esto les motiva a ello.
- Se ha demostrado que el cepillo eléctrico elimina más cantidad de placa que el manual.
Si se opta por utilizar el cepillo eléctrico conviene tener en cuenta una serie de factores:
- Los cabezales deben cambiarse cada tres meses (igual que con el cepillo manual) para que mantengan su eficacia.
- Los más aconsejados son aquellos que disponen de botón de parada y temporizador (este último avisa cuando debe cambiarse a otro cuadrante de la dentadura).
- Cuando hay enfermedad periodontal conviene no utilizarlo hasta que se haya resuelto el problema, ya que la fuerza rotatoria del cabezal puede hacer que se retraiga la encía.
Referencias (extraídas de sanitas dental):
- Este artículo ha sido cedido por Sanitas Dental a "Colegio Saludable" para su divulgación